¿Qué pasa si te duermes mientras meditas?

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David Brossa

Soy David, psicólogo especializado en ansiedad y apasionado de las meditaciones. Llevo más de 4 años ayudando a pacientes a meditar de forma efectiva e intuitiva. Dedico mucho esfuerzo a que las meditaciones resuelvan problemas reales que todos sufrimos, como el estrés, ansiedad, insomnio y malestar por relaciones sociales. Leyendo mi blog podrás encontrar muchas guías didácticas para que meditar también sea algo evidente para tí y que te ayude a solucionar tu malestar!

Seguramente te ha pasado: te sientas, cierras los ojos, empiezas a respirar profundo… y de repente, te despiertas sobresaltado sin saber cuánto tiempo ha pasado. ¿Te quedaste dormido? Sí. ¿Eso está mal? No necesariamente.

Dormirse en una meditación es algo más común de lo que crees, y tiene varias razones. Pero no te preocupes, porque también hay maneras de evitarlo y mejorar tu práctica sin luchar contra el sueño.

¿Es malo dormirte en una meditación?

Aquí viene la respuesta corta y tranquilizadora: no, no es malo. Pero tampoco es lo ideal.

Dormirse significa que tu cuerpo y mente están relajándose profundamente, lo cual es bueno. Sin embargo, el propósito de la meditación no es dormir, sino permanecer consciente mientras entras en un estado de calma y presencia.

Piensa en esto: es como intentar ver una película, pero quedarte dormido a la mitad. No es que la película sea mala, simplemente tu cuerpo necesitaba descansar. Pero si el objetivo era disfrutar la historia hasta el final, pues… te lo perdiste.

Entonces, si te duermes de vez en cuando, no te castigues. Pero si te pasa siempre, quizás haya algo que debas ajustar.

¿Por qué razones te duermes cuando meditas?

Dormirse en una meditación no es solo una señal de relajación. Puede haber varias razones detrás:

  1. Tu cuerpo está agotado: Si llegas a la meditación después de un día largo, es normal que el cansancio tome el control.
  2. Tu postura no ayuda: Si meditas acostado o en una posición muy cómoda, tu cerebro puede asociarlo con «hora de dormir».
  3. Falta de oxigenación: Una respiración superficial o poco profunda puede hacer que tu cerebro reciba menos oxígeno y entre en un estado de letargo.
  4. No estás acostumbrado al estado de relajación: A veces, cuando una mente acelerada se encuentra con el silencio, simplemente se apaga. Es como si el cerebro dijera: «¡Uf, qué descanso!»
  5. Tu mente no está lo suficientemente activa: La meditación no es solo relajación, también es un acto de presencia. Si no tienes un punto de enfoque (como la respiración o un mantra), puedes deslizarte al sueño sin darte cuenta.

¿Cómo puedes evitar dormirte en las meditaciones?

Aquí vienen las soluciones prácticas para que tu meditación no se convierta en una siesta:

1. Medita en una postura adecuada

Evita hacerlo acostado si sabes que te duermes fácilmente. Sentarte con la espalda recta en una silla o en el suelo con un cojín ayuda a mantenerte alerta.

2. Elige el momento correcto

Si siempre meditas justo antes de dormir, es probable que tu cuerpo lo asocie con el descanso nocturno. Prueba hacerlo en la mañana o en un momento donde no estés tan agotado.

3. Respira conscientemente

Un truco simple pero poderoso: toma respiraciones más profundas al inicio de la meditación. Esto ayuda a oxigenar el cerebro y a mantenerte despierto.

4. Abre un poco los ojos

Si sientes que el sueño te está ganando, prueba meditar con los ojos entreabiertos, mirando ligeramente hacia abajo. Esto envía la señal de que sigues presente.

5. Integra un anclaje físico

Puedes usar un mudra (posición de las manos), sostener un objeto o incluso presionar ligeramente un dedo contra el otro para mantener tu conciencia en el presente.

6. Usa meditaciones guiadas con sonido 8D

Las meditaciones en audio 8D crean una experiencia envolvente que puede ayudarte a mantener el foco. Al moverse el sonido por diferentes direcciones, tu mente se mantiene atenta sin esfuerzo.

7. No te castigues si te duermes

Por último, recuerda: si te duermes, no pasa nada. Agradece el descanso, ajústalo para la próxima vez y sigue adelante. La meditación es un proceso, no una meta.

Reflexión final

Meditar es aprender a estar presente y consciente, no perfecto. Si a veces te duermes, está bien. Pero si notas que pasa seguido, experimenta con estos consejos hasta encontrar lo que funciona para ti.

Lo importante es seguir practicando con curiosidad y sin juicios. Porque en la meditación, cada momento cuenta, incluso los que parecen “perdidos” en el sueño.

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