¿Qué se supone que debes sentir cuando meditas?
David Brossa
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La experiencia de cada persona al meditar es única. Pero, sobretodo en principiantes, aparece la duda de qué deberían sentir al meditar. Y es que al iniciarse en la meditación, son muchos los que no saben qué sensaciones buscar o qué sensaciones suelen aparecer. En este artículo, te contesto a todas estas dudas para que medites con una idea en mente de cómo debería ser la experiencia.
Sensaciones agradables que deberían aparecer durante la meditación
Al meditar hay varias sensaciones deseables que aparecen cuando se medita correctamente. Estas sensaciones pueden ser:
– Sensación de paz interior y bienestar
– Sensación de plenitud
– Sensación de estar presente en el lugar y momento
– Sensación de mayor autodescubrimiento y conexión con tu yo interior
– Sensación de ver con más claridad los problemas de tu día a día
– Positivismo
– Agradecimiento
Además, suelen venir acompañadas de los siguientes cambios físicos:
– Menos tensión en los músculos del cuerpo, sobretodo en extremidades
– Relajación de los músculos de la cara
– Bajada de frecuencia cardíaca
– Respiración más lenta y profunda
– Ligera somnolencia, sin ser molesta o desagradable
¿Por qué aparecen sensaciones agradables al meditar y cómo hacer para sentirlas?
Al meditar pueden surgir las sensaciones reconfortantes que hemos listado antes. Estas sensaciones, emociones y síntomas positivos vienen debido a distintos cambios corporales. Por una parte, al meditar el sistema nervioso simpático se relaja, haciendo que rebaje progresivamente el nivel de cortisol y de adrenalina en nuestro cuerpo. También el cerebro se centra menos en preocupaciones y por lo tanto nuestro organismo recibe menos señales y ordenes de «activación», que son las que provocan esa reacción química del sistema nervioso simpático.
Además, con las meditaciones el cerebro libera las 4 hormonas de la felicidad, que son la dopamina, serotonina, endorfinas y oxitocina. Este conjunto de cambios físicos produce la sensación de relajación tan característica del mindfulness, que también se puede conseguir en otros momentos del día como despues de hacer deporte, despues de comer o al tomar un baño relajante.
Para poder sentir estas sensaciones agradables durante la meditación, es importante rebajar las expectativas de lo que vas a conseguir en la meditación y aceptar cualquier sensación que surja. Esto hará que no te frustres buscando una experiencia determinada y que aceptes más fácilmente lo que te está sucediendo en este momento. Para hacer una metáfora, buscar experiencias positivas en la meditación es como tratar de salir de una arena movediza. Cuanto más persigues sensaciones positivas, más se alejan, cuanto más te dejas llevar sin resistirte, más se acercan a tí.
Sensaciones molestas mientras se medita ¿Cuáles son?
Al meditar también pueden aparecer sensaciones indeseadas que te provoquen incomodidad en tu sesión de mindfulness:
– Dolores musculares
– Tensión muscular
– Picores de piel
– Jaquecas
– Somnolencia
– Hambre
– Sed
– Incontinencia (ganas de ir al baño)
– Aburrimiento
– Tristeza
– Impaciencia
– Frustración
¿Cómo hacer que las sensaciones incómodas no molesten en la meditación?
Meditar no deja de ser un juego de atención. Cuando notes algunas de las sensaciones incómodas, simplemente dales un espacio para dejarlas existir en tu interior. Es decir, deja que estén ahí sin querer que se marchen.
Justo después sigue centrándote en la meditación, sin darle más importancia a las sensaciones desagradables. Aunque tu atención vuelva a esas sensaciones molestas, no te frustres y acepta que estas sensaciones están ahí, sin intentar cambiarlas.
Si esto no te sirve, puedes probar a respirar profundamente, imaginando que al soltar el aire vas soltando estas sensaciones malas y tu interior se queda limpio.
Sensaciones extrañas al meditar, cuáles son y por qué aparecen
Sentir escalofríos
Al meditar estamos más atentos al propio cuerpo, y por lo tanto, podemos predisponer a nuestro cerebro a reaccionar más ante ligeros cambios de temperatura del entorno. Cuando detectamos que hace algo más de frío, nuestro cuerpo puede reaccionar con escalofríos. Puede ser una respuesta del sistema nervioso a la relajación profunda. A medida que el cuerpo se suelta, la temperatura corporal puede bajar ligeramente, provocando escalofríos. También puede estar relacionado con la liberación de tensiones emocionales reprimidas.
Sentir sensaciones de calor y frío a la vez
Ocurre por la redistribución del flujo sanguíneo y la relajación del sistema nervioso. Durante la meditación, la circulación puede cambiar, provocando una sensación de calor en algunas partes del cuerpo y frío en otras.
Sentir que el cuerpo empieza a pesar más
Se debe a la relajación muscular profunda y la disminución de la actividad del sistema nervioso simpático. Al liberar la tensión, el cuerpo puede sentirse más denso y pesado.
Sentir que el cuerpo empieza a ser más ligero, como si fuera a flotar
Lo contrario de la sensación anterior. Puede ser una manifestación de la desconexión parcial del cuerpo físico debido a la reducción de la percepción sensorial. También puede estar relacionada con estados de meditación profunda donde la mente entra en una sensación de expansión.
Sentir que una corriente de energía fluye por distintas partes del cuerpo
Se asocia con el aumento de la conciencia corporal y la activación del sistema nervioso parasimpático. Algunas personas lo interpretan como una experiencia energética o el desbloqueo de tensiones acumuladas.
Sentir una presión en la frente
Puede estar relacionada con la activación del área del entrecejo, donde algunas tradiciones sitúan el «tercer ojo«. También puede ser una respuesta del cuerpo al enfoque mental prolongado en un punto específico.
Sentir que los párpados de los ojos pesan más
Este puede ser un síntoma común a raíz de la falta de sueño, cansancio o tristeza. También puede aparecer porque el cuerpo está entrando en un estado de relajación profunda, similar al inicio del sueño.
Sentir que las puntas de los dedos tiemblan
Puede ser una respuesta del sistema nervioso al cambio de estado de conciencia. Durante la meditación, el sistema nervioso autónomo se ajusta y puede generar pequeñas contracciones musculares involuntarias.
Sentir latidos en las extremidades o cuello
Es el resultado de una mayor percepción del flujo sanguíneo. Al relajar el cuerpo y la mente, la sensibilidad a las pulsaciones del sistema circulatorio aumenta, haciéndolas más evidentes.
Sentir que sales fuera de tu cuerpo
Puede ser una combinación de la relajación profunda y la disminución de la percepción del propio cuerpo. En algunas tradiciones, esto se asocia con experiencias fuera del cuerpo o estados alterados de conciencia, pero también puede explicarse como un fenómeno neurofisiológico en el que la mente se disocia parcialmente de la sensación corporal.
En definitiva, muchas de las sensaciones raras al meditar las sentimos porque estamos prestando atención a sensaciones que normalmente pasamos por alto y que son normales en nuestro cuerpo.
¿Qué hacer cuando hago mindfulness y siento estas sensaciones extrañas?
Trata de captar el mensaje que te envía tu cuerpo y aprende de esta experiencia. El cuerpo es sabio y muchas veces, no somos conscientes de todo lo que el cuerpo percibe y siente.
Nuestro cuerpo tiene millones de células receptoras que están dedicadas principalmente a detectar estímulos externos. Nunca podemos ser capaces de ser conscientes de todo lo que nuestro cuerpo siente. Pero al meditar, nuestra atención se focaliza más en las sensaciones y esto nos puede dar mucha información enriquecedora.
Es decir, prestar atención a estas sensaciones extrañas, nos ayuda a conocer más de nuestro cuerpo y en caso de detectar carencias, poder actuar en consecuencia.